4
años y 5 películas. Récord de taquilla en el estreno de su última entrega. Miles de fans y unas arcas llenas rebosar. No es calidad, es marketing.
No voy a juzgar la calidad literaria de las 4
novelas de Stephanie Meyer porque no me las he leído, pero por supuesto, me he
tomado la molestia de preguntar a lectores de la obra, si está o no bien
adaptada.
Partimos que la historia original es una
"love story", bien de almíbar, con chupasangres, actitud
sospechosamente soft-emo, y planteada para satisfacer a un público
principalmente adolescente y femenino. Eso no es criticable puesto que todo el
mundo tiene derecho a encontrar su hueco en la librería. Luego, ya cada uno
elige si leerlo o no, y asume la responsabilidad del acto. Al fin y al cabo,
todo es cuestión de gustos. El tema es que por obra y gracia de un ataque
publicitario espectacular, la obra pasó de ser algo exclusivo de un público
púber, a ser de dominio público y general. Así pues, en menos y nada, la edad
de lectores aumentó considerablemente, y empezó a ser ligeramente perturbador,
asumir como normal que las chicas adultas también habían sucumbido al drama
amoroso entre Bella y Edward.
Es en 2008 cuando llega a la pantalla
"Crepúsculo", la adaptación homónima del primer libro. Catherine
Hardwicke, que viene del cine independiente comete la locura de dirigirla sin
saber exactamente lo que está haciendo. Adolescentes en masa reventando la
taquilla de un metraje cuya estética es más propia de Sundance, que de un
blockbuster de verano. Es justo en ese
momento cuando el título se convierte en un fenómeno mediático
universal, protagonizado por un cásting prácticamente desconocido que, en menos
y nada, acabarían copando portadas de la prensa especializada y del corazón. Devoción por parte del
público, y críticas dispares por parte de los periodistas de cine. Se activa la
máquina de hacer dinero a toda costa, dejando como un chiste todo el márketing
literario anterior.
Aquí es cuando empiezan los problemas. Cuando
chocan las visiones románticas de unos con las exigencias del género de otros.
Es obvio que Stephanie Meyer (Connecticut, 1973) se carga todo el concepto
vampírico en la saga que la ha llevado a la fama. Quizás, si lo hubiera vendido
como otra criatura distinta a los vampiros, la cosa hubiera ido por otros
derroteros. Pero los primos lejanísimos de Lestat,
sucumben al sol por muy nublado que esté, y arden. Combustionan con
agonía y dolor (incluso explotan), y nada tienen que ver con Swarovski. Y lo más importante, que
pese a ser veloces y bastante fuertes, no tienen superpoderes ni son los X-Men.
Es hartamente irritante para el friki de pro encontrarse con este tipo de
licencias y libertades con semejante monstruo de factura clásica.
Hay un factor, que
como testigo objetivo de la saga, me sorprende bastante: el cásting.
Partimos
de un reparto que, ni es guapo, ni sabe actuar. Eso es así. Podríamos llegar a
superarlo si no fuera porque Kristen Stewart no nos demostrara a cada plano,
que ahí donde está, huele a mierda. Esa cara de asco perpetua de alguien que se
llama Bella y que se supone que está enamorada, acaba resultando un chiste
cruel dentro de la trama.
Sumadle un Robert Pattinson que en lugar de
necesitar sangre (y un meneo), lo que parece, es que esté pidiendo a gritos, un
bocata' chopped.
Por otro lado, es curioso que, con un
main-cast tan y tan fallido, entre los secundarios hayan ciertos intérpretes de
calidad como Michael Sheen o Dakota Fanning, o caras conocidas de series de
televisión y con valía interpretativa demostrada, que hacen que al final uno se
pregunte ¿en qué estaban pensando los guionistas cuando los echaron a perder?
Personajes secundarios y con bastante más sex-appeal, que no sabemos qué
papel juegan más que estar en casa de los Cullen todo el santo día. Pregunté a
una lectora, y me constató que hay bastante chicha a explotar en muchos de ellos, pero que en las películas esa info se
pierde, cargándose el posible interés que pudiera existir en
la obra, ya que constituirían un universo propio como ya ha ocurrido en otras
sagas fílmicas de cosecha reciente. Una pena. Tampoco se entiende por qué los
fans no se han alzado para protestar por esa amputación tan radical del texto
original.
Una vez trazado el mapa emocional entre los
dos protagonistas, aparece el tercer elemento en discordia, el increíble hombre
gamba Taylor Lautner, que interpreta al peón (más sexual) del triángulo
amoroso. Pero ni con chulazos enseñando molla, ni con los primeros efectos
especiales mínimamente potables, ni con el dilema necrófilo o zoofílico de la
protagonista, la historia remonta. Seguimos sospechando que el problema está en
no explotar el universo que tejen los secundarios.
Por otro lado, el concepto
"amenaza" apenas existe en la pentalogía. Se atisban buenas ideas,
pero los malvados Vulturis apenas salen, y los malos que prometían un poco de
caché, tienen la misma personalidad que una bellota. Lo aproximado al mito de
los "neófitos", queda diluído al primer cambio de plano; el
contrapunto humano de los compañeros de instituto (que merecían una masacre
vampírica) se echa a perder; la jauría de lobos se plantea correctamente pero
como todo lo demás, queda en nada; los padres de Bella exactamente ¿qué pintan
en toda la trama?. Son varios aspectos que tras tropezar al arranque, no ayudan
a que el interés, de y por la historia, se levante.
Las películas crepusculares pecan de ciertos
factores que, si yo fuera fan de los libros, me sentiría insultado como
espectador. Lo primero de todo, es que da la sensación de que se les está
tratando como tontos. Es cierto que es cine comercial, generado para ganar dinero. Cuanto más, mejor. Es correcto. Lo que no es tan
correcto, falto de ética y, sobretodo, un insulto para los fans, es que se los
time. Porque durante cinco películas, da la sensación que hay muy
poco mimo y cariño proyectado en ellas. Se ven hechas con prisa, sin tacto, sin
alma. Creo que es en la tercera entrega que hay algo de calidez, pero por lo
general, da la sensación que los directores han ido a fichar y a cobrar el
cheque. Muy descarado es el caso de "Amanecer Parte II", cuyos
efectos especiales son de traca: con unos chromas esperpénticos, una dirección
de arte sacada del bazar del barrio, y unos efectos especiales que causan
desprendimiento de retina.
Mención especial al departamento de maquillaje y
peluquería, que allí nadie cuela como rubio natural y ausente de melanina. No
tienen perdón.
Aún y con todo, la gente aplaudió al final de
la proyección, justo cuando al montador de la película, se le ocurrió poner un
anuncio de álbumes Hofmann como homenaje y con un más que hortera
"Forever" en medio de la pantalla. Un drama.
Realmente, los cinco films que
constituyen la trama, hubieran
funcionado mil veces mejor en una serie, aunque para eso, ya tenemos True Blood
que es mucho más sucia, cerda, sexy, y divertida,. Y tienen a Alcide. Lo que sí es seguro es que aún tienen
mucho por explotar, y que si algún día hacen un remake o reboot, que lo
hagan con un poco de gusto y mucha más profesionalidad.
PD: a los próximos cineastas, rogarles que de
ahora en adelante, a Taylor Lautner solo de cuello para abajo. Gracias.
Comentarios
Hablo solo y unicamente de las pelis. Los libros ya sabéis que me dan alergia.
Son malas y no se salva nada. N.A.D.A
Ni siquiera el prota es guapo y la prota es más insulsa que lamer una farola. Un horror.
Y sí: las "licencias" tomadas para seguir llamándolos 'vampiros' son vergonzosas.
Lógicamente su éxito solo se puede explicar por una gran campaña de marketing. Una píldora que la gente se ha tragado sin preguntar.
Los has tenido bien puestos Sr.Unpoco con este artículo porque como nos encuentren los fanés nos van a comer vivos. Pero yo prometo ejercer resistencia a tu lado!
El final de la saga mierduscular estuvo realmente bien pero no era original. Cuántas veces hemos visto lo mismo en otras pelis y series?
Fijate que nosotros somos muy teen en gustos pero ésta no nos ha calado.
Por qué será?
Y sí, en la única entrega de la saga en la que se ven ciertos atisbos interesantes es en "Eclipse", con los flashbacks de los otros miembros de la familia Cullen o algo de desarrollo de personajes. Las demás, pura comedia involuntaria con momentos sonrojantes.