La semana pasada me leí Alan Moore's The Courtyard, una obra de Alan Moore (obviamente), adaptada a cómic por Antony Johnston e ilustrada por Jacen Burrows.
Un cómic, a simple vista simple y corto, de 48 páginas.
Pero una vez más, Moore y su afición por la magia llega más allá.
Contínuas referencias al mito de Cthulhu, a libros, a escritos y demás.
La historia de un agente del FBI que investiga casos que aparentemente no están conectados.
Así se introduce en un local donde la droga de moda es el Aklo (que a su vez es un lenguaje hablado en Cthulhu) y descubre el posible nexo de unión.
En un blanco y negro duro, con aire de detective de los años 20, rozando el Sin City de Miller (salvando las diferencias de guión, de trama, de dibujo y de crudeza, claro), con ese calor que provocan las pelis de Hitchcock, con esa banda sonora que tiene algunos cómics (que sonaría como la de Twin Peaks), mucho diálogo interior.
Aunque he leido críticas NO positivas hacia el dibujo (y hacia el guión), a mi me parece correcto, que es el dibujo que hace falta para la narración. Pero a gustos colores.
A mi me parece una obra digna de ser comprada y leida, que además, 48 páginas, se lee en un plis y te deja, con ganitas de un poco más, de más pistas, de más casos, de más... Aklo.
Comentarios
Yo creo que este comic, con un dibujo mas que apropiado, recoge todo el sabor y espiritu de la obra de Lovecraft
Soliloco, sí Alan es Dios, claro que sí!
De Lovecraft ni idea, ni de Cthulhu, pero eso no me ha impedido disfrutar de la historia y olé.
Gargamel, es que se ha vuelto ya loco del todo.
Y está recluido en no me preguntes donde de la campiña británica y sólo estudia magia negra.
Él es asín.
criaturica