Ser guionista de una serie de un grupo de superhéoroes no es tarea fácil. A la dura labor de contar aventuras emocionantes y crear situaciones que atrapen al lector, se suma la dificultad de tener que perfilar las diferentes personalidades de los miembros. Es importante que dicho grupo sea heterogéneo, que sus personalidades se complementen, pero que tengan movidas de vez en cuando,se enamoren, follen... de manera que esos seres casi divinos puedan identificarse en cierta forma con el lector. Si encima nos encontramos ante una serie como Los Exiliados, en la que se hace continua referencia al pasado del Universo Marvel y, por lo tanto, es importante poner cien ojos en lo que se está contando, la dificultad aumenta exponencialmente.
Judd Winnick superó todos estos handicaps de forma notable, otorgando a la serie un éxito rotundo. El controvertido Chuck Austen, tomó el relevo, realizando una labor más que digna, mucho mejor que la que realizó en Uncanny X Men (etapa de la que no me considero detractor, en absoluto).
Con este tomo, da inicio la etapa del nuevo guionista. Tony Bedard sigue la estela de Winnick. El tono de la serie no ha cambiado un ápice y, al menos de momento, no se ha atrevido a hacer ningún cambio significativo... y tal vez ése sea el gran pero. Es decir, si no mirases los títulos de crédito, no habrías notado que Judd Winnick ha abandonado la colección. Una nueva etapa, un nuevo guionista, debería suponer un cambio de perspectiva, cierto riesgo a la hora de contar una historia. No parece que Bedard vaya a moverse del camino que ya abrió Winnick.
Eso no quiere decir que el tomo carezca de interés, pese a la elección de los personajes y las situaciones. Namor es uno de los personajes que más detesto. Me parece un concepto demasiado sesentero para la Marvel de la actualidad. Eso sí, me encantaría verlo en una película de imagen real, en speedo y todo untado en aceite hidratante Johnsons (esto último sería un añadido magnífico para el personaje). Namor es un personaje que no ha evolucionado nada o casi nada desde su concepción, allá en el pleistoceno.
Pero si Namor es un personaje poco atractivo, Namora es que me parece irrosoria. Ya lo dice la
propia Nocturna cuando el personaje aparece y es que no, no hacía falta incluir a otro personaje azul de orejas pintiagudas en el grupo.Guau, además es súper-fuerte y súper-borde... Que no, tia, que no me convences como personaje, pero gracias por participar.
propia Nocturna cuando el personaje aparece y es que no, no hacía falta incluir a otro personaje azul de orejas pintiagudas en el grupo.Guau, además es súper-fuerte y súper-borde... Que no, tia, que no me convences como personaje, pero gracias por participar.
Pico ya sabíamos tod@s que terminaría siendo miembro del grupo. Y es que me hace mucha gracia lo que dice Julián M. Clemente en la introducción del tomo: (hablando del nuevo guionista) ...además de introducir a personajes que nunca se os habría ocurrido que acabaríais viendo por aquí. Eso habría estado genial, Sr. Clemente, si no se le hubiera ocurrido la genial idea de pasar del número 40 al 69 tan sólo porque estaban relacionados con la Dinastía de M... Vamos, que alguien me lo explique porque a mí me dejaron a cuadros. ¿De verdad era realmente necesario hacerlo? ¿Es que los acontecimientos de esos números de los Exiliados influyen decisivamente en la saga? Pues no, nenes, de hecho, podríamos haber esperado 30 números (!!!!) para leer esa historia, ya que es totalmente prescindible.
Volviendo al tomo que nos ocupa, encontramos 3 historias: la primera transcurre en la Tierra 616 (es decir, la Tierra oficial del universo Marvel de toda la vida de Dior). Los exiliados llegan, conocen a Namora, reclutan a Pico y se dan de hostias con los 4 Fantásticos. Típica historia de supers que se encuentran, se dan de hostias y ya luego si eso recurren a una solución más pacífica. El punto de esta historia lo pone Pico, como ser más patético de la Tierra que se ve arrastrado a cumplir con un Destino mayor...
La segunda historia es meramente anecdótica y está pensada para lucimiento de Morfo, que es un personaje que a mí, particularmente, me encanta.
La tercera de ellas tiene un poco más de miga, con una trama un poco más elaborada, aunque habría estado bien que la suplantación de Mística no hubiera sido tan obvia.. no entiendo cómo Mímico y los demás no se dieron cuenta... y no hablo de su pérdida del sentido del olfato. El comportamiento de Destello es ridículamente sospechoso, vamosnomejodas... También habría dado más juego un enfrentamiento más encarnizado contra el Gran M, porque el final es un poco anticlimático.
El dibujo de Sakakibara y Calafiore no me vuelve loco, (tia) pero es correcto y se adapta al tono de la serie.
En definitiva, un tomo sin grandes giros argumentales ni historias que quitan el hipo, pero, aun así, muy entretenido de leer, con personajes carismáticos y, como siempre, con una curiosa redefinición del pasado del universo Marvel.
Yo de mayor quiero ser como destello: vestir bien, ser rosa y tener ese pedazo novio...
Volviendo al tomo que nos ocupa, encontramos 3 historias: la primera transcurre en la Tierra 616 (es decir, la Tierra oficial del universo Marvel de toda la vida de Dior). Los exiliados llegan, conocen a Namora, reclutan a Pico y se dan de hostias con los 4 Fantásticos. Típica historia de supers que se encuentran, se dan de hostias y ya luego si eso recurren a una solución más pacífica. El punto de esta historia lo pone Pico, como ser más patético de la Tierra que se ve arrastrado a cumplir con un Destino mayor...
La segunda historia es meramente anecdótica y está pensada para lucimiento de Morfo, que es un personaje que a mí, particularmente, me encanta.
La tercera de ellas tiene un poco más de miga, con una trama un poco más elaborada, aunque habría estado bien que la suplantación de Mística no hubiera sido tan obvia.. no entiendo cómo Mímico y los demás no se dieron cuenta... y no hablo de su pérdida del sentido del olfato. El comportamiento de Destello es ridículamente sospechoso, vamosnomejodas... También habría dado más juego un enfrentamiento más encarnizado contra el Gran M, porque el final es un poco anticlimático.
El dibujo de Sakakibara y Calafiore no me vuelve loco, (tia) pero es correcto y se adapta al tono de la serie.
En definitiva, un tomo sin grandes giros argumentales ni historias que quitan el hipo, pero, aun así, muy entretenido de leer, con personajes carismáticos y, como siempre, con una curiosa redefinición del pasado del universo Marvel.
Yo de mayor quiero ser como destello: vestir bien, ser rosa y tener ese pedazo novio...
Comentarios
Ahora que la serie está a punto de terminar sólo nos queda esperar que lo que viene valdrá la pena (y lo valdrá).
¿Fliparías si te digo que me pone Pico? Espérate unos meses y lo entenderás...
No soy muy partidario de Morfo y Destello me cae regular. Me resulta un tanto pija. Pero tienen a la pequeña bollo japo, q puede resultar graciosa.
Total, q me hago la picha un lio, lo dejaré para una tarde tonta de domingo q últimamente tengo muchas así
no se.. a ver si le robo la serie a alguien (ahem tony) y la leo..
Pero sólo si vienes a cenar a casa...
:P
Que se traigan a Spidey 2099 a Tierra 616 pero ya. Y si lo hace Peter David más.